La filosofía de nuestra bodega es la de elaborar vinos de alta calidad a partir de los mejores medios naturales, tecnológicos y humanos, desde el viñedo hasta la salida del vino al mercado persiguiendo el objetivo de obtener vinos únicos en los que expresamos nuestra iniciativa y la calidad de nuestros vinos.

“Bodegas Medina Hermoso” cuida de sus vinos hasta el mas mínimo detalle. Nuestro carácter joven y responsable ha permitido que busquemos en nuestros vinos y en nuestros diseños marcar el carácter y la personalidad de nuestros productos.

Buscamos sorprender, ser diferentes y atrevidos pero nunca olvidando nuestra mayor prioridad que es ofrecer vinos de gran calidad para ser disfrutados por los consumidores.

Para llevar a cabo nuestro propósito queríamos encontrar un lugar donde trabajar disfrutando de nuestros esfuerzos para sacar adelante este proyecto familiar.

Por eso, tuvimos la suerte de encontrar un edificio que albergaba, a finales de la década de los veinte, la mayor bodega de la zona de Matanegra.

Gracias al aprovechamiento de las características de un edificio de este tipo y a la inversión en instalaciones y maquinaria, contamos hoy en día con las dos principales herramientas para sentirnos orgullosos de nuestro trabajo y de nuestros resultados.

Para obtener la calidad en nuestros vinos sabemos que lo más importante es contar con la materia prima más adecuada y, además, gracias al buen hacer de los agricultores y al control técnico de nuestra enóloga seleccionamos el momento óptimo de maduración de la uva adecuado a cada variedad, terreno y condiciones climatológicas.

Realizamos vendimias nocturnas buscando que desde el primer momento del proceso se realice una elaboración de calidad.

Con la finalidad de “calidad ante todo” en Bodegas Medina Hermoso no tenemos viñedos propios y es por una sencilla razón: seleccionamos y compramos las mejores uvas para elaborar nuestros vinos y, como no podía ser de otra manera, quién mejor que los viticultores que son los que dedican su vida a cuidar sus viñedos para obtener la mayor calidad. De esta manera formamos un equipo desde el campo a la bodega buscando la calidad de principio a fin.

A cada viticultor le controlamos el viñedo hasta el último momento de la recolección, donde nuestra enóloga da las ultimas indicaciones, elaborando por separado la cosecha de cada agricultor, de cada parcela y de cada variedad de uva; de esa manera obtenemos las características deseadas en cada uno de nuestros vinos.

Para nosotros, palabras como “Merlot”, “Cabernet” o “Tempranillo” no son simplemente variedades de uva, sino también nuestra justificación del carácter y estilo de nuestros vinos.

La bodega cuenta con 34 depósitos de acero inoxidable, con capacidades desde los 6375 litros, a los 25000 litros y utilizados para la fermentación, estabilización, conservación y embotellado de los vinos.  A su vez, controlamos todo el proceso mediante constantes analíticas.

Durante la fermentación de los mostos nuestros depósitos están equipados con un sistema de control de temperatura, ya que fermentando a baja temperatura conseguimos extraer la mayor composición aromática y  color de nuestros vinos.

Tras este proceso, se produce la estabilización y filtración de los vinos para su posterior conservación antes de ser embotellados.

Al finalizar todos estos procesos, los vinos están preparados para seguir el camino marcado desde que la uva estaba en el viñedo hasta el futuro que le espera a cada vino dentro de la bodega. 

En Bodegas Medina Hermoso contamos una sala de barricas muy especial ya que el edificio donde está construida la bodega es del año 1929 y está ubicada en una zona de grandes muros de piedra que aíslan de las temperaturas del exterior y crean un microclima espectacular para la crianza del vino. Además, sus bóvedas hacen de este lugar el más emblemático y hermoso de la bodega, garantizando unas condiciones perfectas para la crianza del vino.

Envejeciendo algunos de nuestros vinos en este lugar tan especial hacemos que crezca su personalidad.

Las barricas de roble americano y francés guardan nuestros secretos hasta conseguir redondear y perfeccionar los vinos que en ellas se encuentran.

El embotellado del vino es un momento decisivo. Ayudándonos de la maquinaria y las instalaciones más novedosas terminamos un proceso que comenzó con la recolección  de la vendimia. El momento del embotellado culmina el carácter de nuestros vinos.

Durante el embotellado utilizamos una técnica específica gracias a la cual conseguimos que los vinos mantengan todas sus características. Esta técnica denominada “inertización” consiste en eliminar el oxígeno que se encuentra en el espacio vacío entre el vino y el tapón de cada botella, evitando así posibles oxidaciones y problemas microbiológicos.

Desde que la uva se encuentra en el campo hasta que el vino sale al mercado, pasa por un estricto control de calidad. Nuestra enóloga, Eva Medina, visita los viñedos y analiza todos nuestros vinos buscando el control y la calidad hasta su salida al mercado.

El control químico y organoléptico se realiza en nuestro propio laboratorio, para tener un mayor control de la calidad de nuestros vinos. Se hacen análisis desde la uva, los mostos en fermentación, los vinos de nuestros depósitos, las barricas, y las botellas una vez finalizado todo el proceso, con el objetivo de poder garantizar la trazabilidad y mejor calidad en nuestros vinos.